Vigilancia de las enfermedades transmisibles en los refugiados kosovares en Albania, abril-junio 1999

Albania, un país con 3,5 millones de habitantes, se enfrenta a una grave crisis socioeconómica. La renta media per cápita es inferior a 1.000 US$ por año y, desde 1995, el desempleo ha aumentado un 2,7% (1). La pobreza y la migración constituyen los dos problemas sociales más importantes. El país está dividido en 37 distritos administrativos. La atención sanitaria primaria se suministra a través de una red de 1500 puestos sanitarios (dotados de enfermeras o comadronas) y 602 centros sanitarios (dotados de médicos de cabecera). La atención sanitaria secundaria está a cargo de 53 policlínicas ubicadas en las ciudades, 34 hospitales de distrito y 10 hospitales regionales. La atención terciaria se ofrece únicamente en el Hospital Universitario de Tirana (2). El sistema de vigilancia nacional permanente monitoriza 73 enfermedades: tanto los centros de salud como los puestos sanitarios transmiten las notificaciones de casos a los epidemiólogos de los distritos, quienes a su vez envían información mensual al Instituto de Salud Pública (IPH) de Tirana. La calidad de la vigilancia se ve limitada por el grado de fiabilidad de los datos, la subnotificación, la calidad de los datos, su transmisión y el retorno de información (3).