Guías BICHAT para el manejo clínico del botulismo y del botulismo relacionado con el bioterrorismo

El botulismo es una enfermedad paralizante poco frecuente pero muy grave debida a la toxina botulínica, producida por Clostridium botulinum. Esta toxina es la sustancia más venenosa de cuantas se conocen. Es 100.000 veces más tóxica que el gas sarin. Ingerir o aspirar esta toxina es lo que produce la enfermedad en el hombre. Se han descrito cuatro formas clínicas diferentes: transmitida por alimentos, por heridas, infantil e intestinal. La quinta forma, el botulismo por inhalación, se debe a la toxina botulínica aerosolizada que puede llegar a utilizarse como arma biológica. La emisión intencionada asimismo puede producirse por la contaminación de alimentos o del suministro de agua con la toxina o la bacteria C. Botulinum. Por inhalación, la dosis que puede llegar a matar al 50% de las personas expuestas (LD50) es 0,003 g/kg de peso corporal. Los pacientes con insuficiencia respiratoria deben ser hospitalizados en cuidados intensivos y necesitan respiración asistida prolongada. Debe administrarse antitoxinas equinas trivalentes (A,B,E) al paciente lo antes posible tras el diagnóstico clínico. En algunos países está disponible la antitoxina humana heptavalente (A-G).