Infecciones por virus coxsackie en 2002 en Grecia: ¿epidemia verdadera o efecto mediático?

El propósito de este estudio fue proporcionar pruebas acerca de la existencia de un brote de virus coxsackie B en 2002 en Grecia. Los datos sobre infecciones recientes confirmados por laboratorio entre 1998 y 2001 se compararon con los datos de 2002. Las infecciones se confirmaron serológicamente por detección de anticuerpos IgM para virus coxsackie B1-B6 mediante inmunofluorescencia indirecta. Se examinaron los sueros de 2.701 pacientes residentes en el norte de Grecia y sospechosos de sufrir infecciones por este virus: 2.056 pacientes entre 1998 y 2001, y 645 en 2002. La comparación entre los resultados de los casos confirmados por laboratorio y los datos disponibles en el laboratorio entre los dos periodos mostró que: - El número total de pacientes examinados por año fue superior en 2002 (645 frente un promedio anual de 514 en 1998-2001). - La proporción de infecciones recientes confirmadas por laboratorio fue inferior en 2002 (27,8 % frente a 32,7 %) y la incidencia estimada fue 0,66/10.000 en 2002 y 0,32-0,84/10.000 para 1998-2001. - La distribución por edad fue diferente: la proporción de casos en niños frente a casos en adultos estaba invertida en 2002 comparada con 1998-2001, con una mayor proporción de casos entre niños en 2002. La diferencia entre los dos periodos fue estadísticamente significativa. El grupo de edad más afectado en 2002 fue el de niños entre 3 y 5 años. - La distribución estacional fue la misma para ambos periodos (con picos en primavera y otoño). En 2002 hubo tres defunciones en Abril, mientras que en 1998-2001 no hubo defunciones. - Los síndromes clínicos implicados también fueron diferentes: los casos de infecciones respiratorias, principalmente neumonía, subieron de 5,75 % a 24,3 % en niños en 2002, mientras que los casos de miopericarditis subieron en adultos de 13 % en 1998-2001 a 29,5 % en 2002. Este último hallazgo, combinado con la implicación de los medios (debido a los tres casos fatales), y el pánico consiguiente generado en la población, sugirieron la existencia de un brote, aunque los datos obtenidos en nuestro estudio no permiten confirmar esta hipótesis.